Naming: el arte de llamar a tu marca sin arruinarla
- Álvaro Estrada
- 11 nov
- 2 Min. de lectura
Ponerle nombre a una marca parece lo más sencillo del mundo… hasta que lo intentas.
Si con que “suene bien” estás conforme, llegaste al blog correcto.
El nombre de una marca puede ser la diferencia entre pasar desapercibida o quedarse grabada en la cabeza (y en el corazón) de tus públicos relevantes.
1. Un buen nombre no solo suena, resuena.
No sólo es cuestión de fonética, sino también de significado.
Un buen nombre se siente familiar, tiene ritmo y provoca una reacción emocional.
La gente no recuerda sílabas, recuerda sensaciones.
“Apple” no suena a tecnología, suena a simpleza.
“Nike” no suena a velocidad, la transmite.
2. El ego es el peor consejero en el naming.
Tu marca no necesita llevar tu nombre completo ni el de tu mascota.Tampoco necesita forzar un juego de palabras que solo tú entiendes.
El naming es un ejercicio de empatía, no de autorreferencia.
Si la gente se pregunta “¿por qué se llama así?” cada vez que escuchan tu marca, algo falló... y tarde o temprano te vas a hartar de explicarlo.
3. Los nombres que envejecen mal.
Muchos nombres nacen de una moda.
Y como toda moda, mueren rápido.
Evita depender de términos que puedan volverse obsoletos:
“Net”, “Tech”, “Plus”, “App”, “360”.
Todos funcionaron en su momento, pero hoy suenan a VHS.
💡 Ejemplo real
Cuando Netflix nació, no se pensó en series ni en streaming.
Solo en “películas por correo”.
El nombre se adaptó, y eso es lo que hace grande a un buen naming:
sobrevive a la evolución.
4. La prueba de fuego: decirlo en voz alta.
Si no puedes pronunciarlo sin dudar, ya perdiste.
El naming debe ser fácil de recordar, escribir y compartir.
No importa qué tan creativo sea si nadie puede escribirlo bien en Google.
Tip rápido: pídele a alguien que no sepa del proyecto que lo diga y lo busque.
Si lo encuentra a la primera, vas bien.
Si lo encuentra a la segunda, prueba con alguien más.
Si lo encuentran a la décima… mejor vuelve a empezar.
5. Naming con propósito = branding con alma.
El nombre de tu marca es el primer paso para construir una historia coherente.
Debe reflejar tu esencia, tu promesa y el tipo de emoción que quieres despertar.
Porque al final, el nombre no es un adorno: es la primera línea de tu historia.
🚀 En resumen
No se trata de inventar palabras raras ni de sonar sofisticado.
Se trata de crear nombres que conecten, tengan ritmo, sentido y vida propia.
En Treviño Creativo, hemos aprendido que los nombres poderosos no nacen de la suerte, nacen del proceso.
Un proceso que puede ser tan corto como una idea y listo…o una lista interminable de 180 nombres distintos, hasta dar con el correcto.
Treviño Creativo Brand Management. Tu marca es mucho más que tu producto.
Escrito por Alvaro Estrada, Creador de Contenido en Treviño Creativo.
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